lunes, 22 de septiembre de 2014

Otoño

Una a una se van las hojas de los árboles, como tu te irás de mi.
Aunque para mi, el otoño no ha llegado. Sigo acalorada con la luz del verano en tu mirada que se reniega a marchar.
Ese calor de tu cuerpo y la brisa destallante que emanabas al estar.
Ya no tarda el otoño en llegar, y desprenderme de cada pulsación de mi cuerpo al recordar.
Ya no tarda el otoño en llegar, ni mi cuerpo te deja de extrañar.

Te quedarás en mí

Ya no puedo mas que imaginar tu sonrisa que va desenvolviéndose en armonía de tu mirada
Una mirada profunda que caminaba de la mano de cada una de las caricias que me llenaban de ti
El vaivén de tu brazo que desprendía mis más profundos secretos
El brillo de tus ojos que decía por ti, lo que tu boca no quiso pronunciar y tú, preferiste no aceptar
Éramos como dos tontos jugando al amor; como si éste fuera invisible
Dos locos que seguirían su camino sin volverse a encontrar
Como si no hubieran sido más que vanalidades y falsedades
Pretendimos que todo pronto se desvanecería... como un juguete de pila que se puede apagar
Pero los recuerdos, pueden vivir por siempre
Y por siempre, tú te quedarás en mi