Ahora sólo te pienso envuelto entre mi cuerpo.
Explorando cada centímetro de él.
Mientras gozo de la sensación que me provocas.
Y fantaseo con el placer del que me invades.
Al menos me imagino besándote.
Adelantándome para conseguirlo.
Colocas tus manos sobre mi nuca.
Aferrándote a mis pensamientos.
Ahora sólo me pregunto,
si en algún momento
en que tomabas mi cuello,
presionabas mi mejilla,
rodeabas mi cintura,
acariciabas mi cabello
o dibujabas mi sonrisa;
debí morir ante la curiosidad
de encontrarme con tu boca
para entonces,
lograr descubrir su sabor.