lunes, 17 de enero de 2011

Cuerpo, mente y alma.

Quizá sea la segunda vez que te tengo enfrente, pero el deseo me invade.
Sé que necesito besarte, y que lo que en realidad deseas, es amarme.
Me despreocupa lo que pueda pasar, si llegara a saciarme.
A saciarme de tus labios, de tu cuerpo, de tí.
A enfocarme en tus besos y tu aroma sin fin.
Tu mano acaricia mi cabello, otra sobre mi cadera y tus ojos fijos en mí.

Eres tentador pero prohibido.
Delicado pero feroz.
Tengo hambre de tus besos,
tengo sed de tu calor.
Una fusión de amor. La fusión de nuestros labios que se unen por pasión.
La presión que tus dientes ejercen sobre mi labio, levita mi razón.

Tu locura es aparente, tus robustas manos lo revelan en su camino.
Eres tú quien me lleva, me guía y me desvía.
Siento en mi cuerpo el calor del Sahara.
Mi mente agoniza la locura de un manicomio.
Mi alma, vive la catarsis del paraíso.
No te conozco, ni se quien eres; pero eres tú el único, que vive en mi cuerpo, en mi mente y en mi alma.